jueves, 30 de junio de 2011

PIRA DE AJÍ


PIRA DE AJÍ


Es un guiso hecho  a base de abundante ají dulce, con cebolla, cebollín, orégano orejón, oréganito, ajo, y sal; se sofríe en aceite onotado hasta que se cocine todos los aliños. Luego se acompaña  con topocho o cambur verde sancochado. 

Esta receta se preparaba antiguamente cuando los pobladores del lugar no tenían suficientes alimentos para comer debido a las temporadas de lluvia, la cual no les permitían pasar de un lugar a otro para abastecerse de alimentos de  otros pueblos vecinos.

sábado, 18 de junio de 2011

El Grano de Trigo



Sólo entendemos el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado. Paulo Coelho.

Era un grano de trigo tan bello como pocos habían producido los trigales desde su aparición sobre la tierra.
Intenso.
Por su forma tan llena y por su color tan exacto.
Y como intensos eran su color y su forma, eran sus sueños.
Soñaba ser cosechas incontables.
Espigas y espigas jugando a los sueños con las brisas.
Y con los soles ardientes.
Y con las noches de luna.
Y con las sonrisas extasiadas de los hombres.
Y con el agradecimiento de las mujeres.
Y con los rostros rozagantes de los niños nacidos de su carne rubia de pan y de tortas.
Y soñaba.
Y eran tan brillantes y grandiosos sus sueños. . . que no pudo aceptar el silencio oscuro de la tierra.
Aquello le resultaba demasiado vulgar y pequeño.
Y se instaló a soñar en la vitrina más confortable del museo.
Sus hermanos nacidos de la misma espiga, aceptaron el camino de la tierra.
Y el trabajo del calor y de la humedad fueron invitándolos al trabajo de crecer.
Y aceptaron perder su forma primera y perfecta.
Y se despojaron de sus rostros de colores y formas exactas.
Y aprendieron a abrirse para entregarse a la vida.
Y echaron raíces.
Y levantaron lentamente su estatura entre los terrones silenciosos hacia el sol.
Y llegaron los días esplendorosos de las espigas maduras.
Y de las cosechas.
Y de los molinos.
Y del pan.
Y de la celebración de la vida.
Y sus hijos y los hijos de sus hijos multiplicaron el milagro.
Mientras en la vitrina intocable del museo, aquel grano de trigo seguía soñando el sueño estéril de los sueños que son sueños.
Mientras la fiesta de la vida surgía cada día de la tierra.
Mientras la esterilidad exasperante hacía maldecir la vida.
Mientras la entrega humilde y corajuda a la tarea de vivir multiplicaba el milagro de la alegría.
Tomado del libro: “Cuentos para vivir”.
Julio César Labaké.